El tío de Enrique Peña Nieto dio lecciones de ética a políticos locales integrados a la Fundación Cultural.
Palenque, Chiapas.
Enrique Romero.
Ex-presidente municipal de Atlacomulco, Estado de México, cuna de uno de los grupos políticos priístas más importantes del país, escritor e investigador social, presidente nacional de la fundación cultural “Isidro Fabela A.C”, con presencia en más de 15 estados, y por si fuera poco tío del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, la figura priísta más “presidenciable” del momento, el ingeniero Arturo Peña del Mazo, tuvo buena convocatoria en Palenque durante la conferencia magisterial sobre “Humanismo Social” que impartió este lunes en un conocido hotel de esta ciudad.
Peña del Mazo logró convocar e integrar en la fundación que preside a políticos locales de muy distintos grupos, desde ex-presidentes municipales de Palenque y Catazajá, hasta otros que ya no militan de manera activa en el tricolor, pasando por los 3 regidores priístas de este municipio y un ex-diputado federal y otro local, todos ellos -les hiciera falta o no- atendieron durante casi dos horas la disertación filosófica del tío de Enrique Peña Nieto, y varios rindieron protesta como parte de un cuerpo colegiado local de esa fundación cultural cuyo delegado regional es el ex-diputado chiapaneco Bayardo Robles Riqué.
A los políticos locales, Peña del Mazo, les dio lecciones de moral y valores humanos; les recordó la importancia de “reconocer al ser humano en la totalidad de sus facultades físicas, espirituales y morales, así como lograr el interés del individuo en sentirse parte de la sociedad, del país y de la especie”, les habló de sensibilidad espiritual.
Todos permanecieron atentos en sus asientos, aún a los que dichos vocablos les eran desconocidos, o al menos poco practicados. Era el tío del muy probable candidato del PRI a la presidencia de la república y todos estaban emocionados de poder estar con él, de tomarse la foto del recuerdo. El apellido Peña, constituyó en ese momento “la roca” de unidad de priístas divididos en luchas intestinas. Pero en ese momento, un tanto por el ambiente filosófico, otro poco por el “futurismo”, volvieron a ser “la familia feliz” de los tiempos del “carro completo”.
Peña del Mazo realmente ofreció una conferencia de sumo interés y relevancia que contrasta con la práctica de un pragmatismo descarnado, de una praxis política exenta de idearios. El objetivo fundamental de la Fundación que preside es “lograr que la sociedad mexicana cobre conciencia, cada vez con mayor intensidad y cuantía, que la cultura es el resorte que dispara los bienes del mundo: bienestar, progreso, desarrollo, triunfo y éxito, tanto individual como familiar y social”; eso es lo que trató de inculcar en los políticos locales.
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