Policías auxiliares extorsionan, secuestran e intentan violar a turistas.

Les pusieron un «cuatro» a la entrada del Parque Nacional. El MP los dejó ir con solo regresar el dinero.Las estudiantes americanas narraron la pesadilla que vivieron.

Palenque, Chiapas.

Enrique Romero.

Policías auxiliares que custodian el ingreso al Parque Nacional de Palenque fueron acusados, la tarde de este lunes, por dos estudiantes norteamericanas de haberlas extorsionado, de mantener secuestrada a una de ellas mientras la otra sacaba el dinero que les exigían de un cajero automático, y de haber intentado violar a la que quedó de rehén, hechos ocurridos la tarde del pasado viernes 27.

De manera insólita, pese a que las turistas acudieron acompañadas de un intérprete de la dirección municipal de turismo y personal de la delegación de gobierno,  a denunciar ante el ministerio público, y en su presencia identificaron a uno de sus agresores, la autoridad los dejó ir, sin siquiera iniciar averiguación previa por presuntos delitos que se persiguen de oficio, cuando los policías regresaron los 3 mil pesos, presunto producto de su extorsión a las estudiantes americanas.Caseta de cobro donde cuidan los policias auxiliares denunciados.

Por el «modus operandi» de estos policías auxiliares, todo parece indicar que ya llevan tiempo extorsionando a turistas que visitan la zona arqueológica, pero hasta ahora nadie los había denunciado. Las estudiantes norteamericanas, Maria Clorinda Martin y su hermana Mary Elizabeth Martin, de la ciudad de Austin, Texas, en entrevista con este medio, realizada en la Fiscalía Regional donde se presentaron  para denunciar los hechos, explicaron que alrededor de las 5 de la tarde de ese viernes, luego de visitar las ruinas, regresaban caminando a su hospedaje, cuando un individuo muy raro, con sombrero de paja y en ropas de civil, que hablaba ingles con acento mexicano, se rió con ellas y las llamó hacia el monte para decirles que les podía enseñar una cascada, porque él conoce bien la zona; ellas desconfiaron y no quisieron ir. Entonces les dio un envoltorio de papel periódico y les dijo que era «un regalo» para ellas. A efecto de no parecer descorteces, sin abrir el envoltorio, una de ellas lo metió en su mochila, con la idea de tirarlo más tarde, pues el tipo no les dio confianza.

Señalaron que apenas habían avanzado unos metros, cuando les salió al paso un policía uniformado en color azul marino, con gorra, y con un arma larga, que las llamó. Acudieron y se presentó como policía federal; dijo que tenía que revisar sus pertenencias. El policía revisó la mochila e inmediatamente encontró el envoltorio que les había dado el hombre, apenas unos minutos antes. Lo abrió y contenía hongos. Con voz autoritaria para infundirles miedo, les dijo que estaban metidas en un gran problema, porque el tener hongos era tan penado en México como la cocaína. Les preguntó si traían otras drogas, ellas contestaron enfáticas que no, que ellas eran gente decente y que jamás habían tenido problemas con la ley en ningún lado. Ya no siguió revisando.

El policía les metió más miedo, les dijo que pasarían varios años en la cárcel. Explicaron que no era suyo el envoltorio, que eran inocentes. Preguntaron qué podían hacer, porque no querían problemas y tenían que regresar a su país en breve. El uniformado, al que ya acompañaba otro con igual uniforme, les preguntó cuánto dinero traían. Ellas informaron que solamente 700 pesos.

Él dijo que era muy poco. Hizo como que iba a hablar con sus superiores para que se llevaran detenidas. Desesperadas preguntaron cuánto entonces era lo que quería. Él preguntó cuánto podían sacar con la tarjeta del cajero automático. Respondieron que solamente 3 mil pesos. El policía le dijo a María: «Mira, esto es solamente entre ustedes y yo. Tienes 30 minutos para ir a sacar el dinero y regresar, aquí se va a quedar tu hermana hasta que regreses con el dinero». Maria Clorinda dejó a su hermana con los policías y vino a Palenque a un cajero automático, narró.Denunció que el polica la quiso violar.

Su hermana, Mary Elizabeth, reveló que al quedarse sola con los policías, cerca del puente que se encuentra a pocos metros de la caseta de cobro de la CONANP, uno de ellos comenzó a tratar de acariciarla, dijo que le agarró los senos y ella reaccionó indignada, el hombre lo intentó varias veces y siempre obtuvo la misma respuesta enérgica de la americana, quien estaba aterrorizada por lo que estaba viviendo, en un viaje de vacaciones por México, que planearon con mucho entusiasmo y que nunca pensaron que terminaría de esta forma.

Afortunadamente, su hermana no tardó mucho en regresar con el dinero, mismo que entregaron a los policías y finalmente se pudieron ir al hospedaje en que se encontraban, a unos metros de donde ocurrieron los hechos. Deshechas narraron al propietario del camping, el reconocido mayista internacional, Don Moisés Morales, y a su hijo Alberto, quien fue delegado regional de turismo, la pesadilla que acababan de vivir. El ex-funcionario estatal solicitó el apoyo de turismo y de la delegación de gobierno para que las jóvenes pudieran denunciar los hechos ante la autoridad.Acudieron ante el MP turistico a denunciar.

El Ministerio Público especializado en turismo, de la mesa tres, atendió a las turistas y, luego de que se estableció que por los uniformes y el arma descrita, así como la ubicación, que eran policías auxiliares, se les mandó llamar y acudieron varios elementos, algunos en ropas de civil, encabezados por su primer oficial, Moisés Clemente Cruz. Las muchachas identificaron dentro de ese grupo al policía auxiliar Isidro Álvaro López, como uno de sus atacantes, al tiempo que se estableció que el otro policía destacado en el mismo punto era Felipe Cruz Damas, ambos del poblado Cuauhtémoc del municipio de Catazajá.Policias auxiliares en espera de ser llamados por el MP.

El primer oficial dijo que no querían problemas y que regresarían el dinero que las americanas dijeron que les habían sacado mediante la extorsión. Incluso, él mismo mando firmó como testigo en el recibo con el que reintegran el dinero a las víctimas, el cual carece del concepto de porqué están dando ese dinero y tampoco tiene ni el sello ni la firma del ministerio público. Al día siguiente el MP turístico dijo a los medios que las turistas se desistieron, que se fueron y ya no regresaron, que llegaron a un acuerdo entre ellos con los de turismo, que el ya no supo más y que solamente levantó un acta sobre el asunto. Tanto en la delegación regional de turismo, como en la dirección municipal, negaron a este medio que esas dependencias hubiesen participado en ese «arreglo», y el traductor señaló que fue en la Fiscalía donde se enteró que los policías entregaron el dinero a las turistas.Recibo con el que los policias regresan el dinero a las turistas.

Un abogado consultado por este medio señaló que, en el mismo momento que las turistas denunciaron, se debió iniciar no un acta, sino una averiguación previa, y que al momento de tener a los implicados en la fiscalía, y ser señalados por sus victimas, se les debió de asegurar para ejercer acción penal. Afirmó no cabe el desistimiento, porque delitos como extorsión, violación en grado de tentativa, privación ilegal de la libertad y asociación delictuosa, se persiguen de oficio.

Los propietarios del camping donde se hospedaban las turistas señalan que ellas querían que se aplicara la ley a sus agresores y no nada más recuperar el dinero, que apenas terminó la diligencia decidieron regresar a Estados Unidos llevándose una pésima imagen de México, misma que repercutirá al darla a conocer en su país. «Siempre he estado orgulloso de ser mexicano, pero hoy me da vergüenza», señaló con decepción Don Moisés Morales, al comentar la impunidad de este grave caso.