A banda de ladrones que asolaba los comercios y un grupo de abigeos, los dejó ir. Hay indignación.
Palenque, Chiapas.
Enrique Romero.
Más tardó la Fiscalía Distrital y la policía especializada realizando la investigaciones e integrando las averiguaciones previas para detener a una banda de salteadores que asolaban los comercios y dependencias en esta ciudad y a un grupo de abigeos en Playas de Catazajá, todos ellos confesos de los crímenes que se les imputa, que el Juez Penal en Catazajá, Víctor Adolfo Vera Morales, en liberarlos, en una acción que resultó sorprendente para la autoridad ministerial, e indignante para las víctimas de estos presuntos delincuentes, quienes cuestionan si la justicia “es para el mejor postor”.
Tras una larga investigación finalmente la policía especializada de la Fiscalía Distrital logró hace unas semanas la detención de Jesús Ángel Lara Díaz, alias “La Torta”; a Iván Magaña López, alias “El Guacho”; a Jorge Ruiz López, alias “El Mono” y taxista de la unidad 092 del sitio “Maya Pakal; y a otro sujeto conocido como “El Pony”. Todos ellos confesaron ser integrantes de una banda que asolaba los comercios, dependencias oficiales y casas habitación, ubicadas mayormente en el primer cuadro de la ciudad. Además de su confesión ante la autoridad municipal, obraban otras pruebas en su contra de los cerca de 30 robos que cometieron, en su mayoría equipos de cómputo que vendían en Villahermosa, Tabasco.
La Fiscalía, con todos esos elementos, más la aceptación plena de sus delitos por parte de los sindicados, les ejerció acción penal y lo dio a conocer a los medios, lo que causó el beneplácito de la opinión pública. Todo indicaba que los ladrones recibirían una larga condena, pero no fue así. El juez desechó numerosas pruebas, y a pesar de que ya habían confesado su responsabilidad en los delitos, los detenidos fueron liberados por Vera Morales a los pocos días, lo que cuestionan los afectados.
“Seguirán cometiendo sus robos al saber que de la cárcel se sale con facilidad. No sabemos cuánto hayan pagado, pero ya confirmaron a la justicia se le compra”, señalaron indignados ante este medio, de manera anónima, algunas de las víctimas, pues temen a las represalias.
“No se puso a pensar el juez que a nosotros también nos ha puesto en riesgo pues hemos colaborado con la autoridad y los delincuentes liberados pueden vengarse de nosotros. Consideramos que fue una acción irresponsable la del juez y presumimos que hay corrupción en el juzgado pues había todos los elementos en la averiguación previa para acreditar el cuerpo del delito. Sin embargo, los soltó. No creemos que por incompetencia, sino por corrupción, pues no es el primer caso así”, puntualizaron los agraviados.
Efectivamente, está documentado el caso de un grupo de presuntos abigeos en Playas de Catazajá, Tomás Díaz Gómez, alias “Pichin”; Isauro Casasús Félix, alias “Chayo 4 Ojos”; Jesús Díaz Ramírez, alias “El Naricita”; Román Guzmán Pérez, alias “El Toco, Miguel López Pérez y Artemio Miranda Hernández, quienes el pasado 24 de junio de los corrientes fueron consignados ante el Juez de Playas, acusados de abigeato y asociación delictuosa en agravio de varios ganaderos de ese municipio, tras acreditarse en voluminosa averiguación previa que robaron y comercializaron 11 cabezas de ganado.
Igual que la banda de ladrones de Palenque, los detenidos confesaron su delito, la Fiscalía integró numerosas pruebas y declaraciones. Tiempo perdido. Lo que la Fiscalía hacía en el día, el Juez lo deshacía por la noche. En menos de 30 días los juzgó y los dejó libres. Ahora los ganaderos cuestionan las resoluciones del juez, “Todo indica que en el Juzgado de Playas la justicia es expedita, pero no gratuita, porque no había duda que esas personas fueron los que se robaron el ganado, pues hasta ellos mismos lo confesaron.”, apuntaron.
Por ello los afectados demandan la intervención del gobernador Sabines y la del presidente del poder Judicial para que sea revisada el desempeño del juez en estos casos controversiales, que aseguran no son únicos y sean deslindadas responsabilidades, pues sostienen que solo es explicable la actitud del juez mediante el soborno y el cohecho.
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