Casi todo el cuerpo del pesado equino quedó incrustado dentro del auto compacto. Ver para creer.
Palenque, Chiapas.
Enrique Romero.
Las imágenes que ofreció un raro accidente carretero el domingo pasado, sobre la carretera federal Escárcega-Villahermosa, son verdaderamente insólitas. El cuerpo sin vida de un caballo atropellado, incrustado casi por completo dentro de un automóvil compacto que quedó destrozado.
Y para mayor sorpresa, aún de los agentes de la PFP que llegaron al lugar de los hechos, ubicado en el kilómetro 93, la conductora y un pasajero resultaron totalmente ilesos, cuando todo hacía suponer que nadie saldría con vida del amasijo de lata y fierros torcidos en el que quedó convertida la cabina del vehículo accidentado.
De acuerdo con lo reportado por la PFP, sobre el tramo carretero Bajadas Grandes-crucero de Playas, municipio de Palenque, proveniente de Palenque y en dirección a Villahermosa, alrededor de las 8:50 horas, un automóvil marca Nissan, tipo Altima, color gris y placas DNC-23-53 de Chiapas, conducido por Manuela del Carmen Barabata Gómez, quien trabaja para la CFE y vive por el Parque de Feria de esta ciudad, de repente encontró sobre la carretera a un caballo que trató de esquivar, pero no lo logró.
No está claro si por el impacto en las extremidades del animal, más la velocidad, éste cayó sobre el capó del vehículo, o si en un acto reflejo el equino saltó en el momento en que el auto lo embestía y literalmente le cayó del cielo al techo del frágil vehículo. Lo cierto es que quedó incrustado entre el parabrisas y el techo, adentrándose casi la totalidad de su cuerpo en el interior del vehículo y solo las patas le quedaron afuera. Al parecer por el impacto el caballo murió instantáneamente.
Al llegar la patrulla de la PFP y observar la insólita escena, temieron lo peor para los ocupantes del automóvil y grande fue su sorpresa al percatarse de que no solo lograron sobrevivir al percance, sino además salieron ilesos, salvo por algunos rasguños y laceraciones. Un oficial de plano felicitó a la conductora por la suerte que corrió en tan nefasto hecho y lo consideró «un milagro» pues la parte más dañada del vehículo es precisamente la del piloto, pero al parecer ella logró agacharse y no ser aplastada.
Su acompañante, quien no fue identificado, corrió también con suerte aunque los daños en la parte del copiloto no son tan severos. La PFP estimó los daños al vehículo en 60 mil pesos. Hasta el momento se desconoce quién será el dueño del caballo porque no se encontraba marcado. El vehículo fue trasladado, con todo y caballo incrustado, por una grúa a esta ciudad y su paso causó estupor entre quienes lo contemplaron.
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