Entregaron 2 ton. de ayuda humanitaria. Lo que el edil no pudo hacer en 3 meses, la sociedad lo hizo en 3 días.
Calatrava, Palenque, Chiapas.
Enrique Romero.
Ante la grave situación de necesidades básicas de la población de Calatrava, fuertemente afectada por el desbordamiento del Usumacinta, y la negligencia del ayuntamiento de Palenque por socorrer a los damnificados, un grupo de reporteros de Palenque, con el apoyo de la sociedad civil, colectó y entregó durante los días viernes y sábado pasados, 2 toneladas de ayuda humanitaria a los más de 500 habitantes de esta pequeña comunidad, los cuales seguían sin recibir al menos la visita de un funcionario municipal, en los 3 meses que llevan de contingencia.
La población afectada recibió con muestras de esperanza y alegría más de 250 despensas, decenas de garrafones y cajas de botellas de agua purificada, artículos de higiene personal, cajas de leche en polvo y líquida, alimento para bebés, cereales, químicos para desinfectar agua y verduras, pañales desechables para bebés y discapacitados, dulces para los niños, así como ropa y calzado en buen estado que fueron donados generosamente por gente de Palenque que atendió el llamado de solidaridad efectuado por los periodistas locales.
La primera visita los medios de comunicación realizaron a Calatrava, permitió constatar que las necesidades de su población, particularmente en materia alimentaria eran de urgente atención, pues numerosas familias ya no tenían «ni maíz para las tortillas», como nos lo expresaron y se constató.
Los testimonios de sus autoridades locales, de los ejidatarios, sus mujeres, reconocieron que solamente había recibido algunas despensas por parte de Protección Civil del Estado, algunas más de La Libertad y un poco de ayuda de una iglesia, en tanto que el ayuntamiento de Palenque ninguna atención les otorga, pese a los llamados de auxilio que sus autoridades presentaron ante el edil, porque el voto no lo favoreció en esa región del Usumacinta colindante con Tabasco, según argumentaron los pobladores.
Impactados por la gravedad de la situación y el abandono del ayuntamiento, los reporteros: Edilia Contreras, Juan de Dios Lastra, Liz Arcos y Enrique Romero, decidimos que no era suficiente el escribir la nota y quedarnos de brazos cruzados. Sin experiencia en la materia, solicitamos a Nicolás Guzmán, fundador de la Cruz Roja de Palenque y con experiencia en la atención de emergencias, nos orientara de manera personal, sin representación de la dependencia estatal para la que trabaja, sólo como persona solidaria, y así lo hizo de manera incondicional.
No se realizó ningún llamado a través de los medios para contribuir a esta causa; no había tiempo que perder. Sin embargo, y en solo tres días, la respuesta de los palencanos a los que acudimos fue generosa, y entre ella destaca la que brindó el empresario abarrotero, Don Pedro Díaz Soto, quien solamente él donó 250 despensas y proporcionó el camión para transportar la ayuda a Zapata, además de que acudió el pasado viernes a Calatrava a la entrega de las mismas. La población lo recibió con todas las muestras de cariño y gratitud que le corresponden por su solidaridad.
También destacan los apoyos recibidos por colegios particulares, que convocaron a padres de familia a ayudar y recabaron una importante cantidad de víveres, ropa y calzado, así como artículos para bebé e higiene personal, como es el caso del Colegio «El Escriba», y el «Jean Piaget».
La empresa «Agua Azul» donó 10 cajas de agua embotellada y «Electropax», 25 garrafones; la empresa «Comex» aportó 6 cajas de víveres; además, a titulo personal, varios profesionistas, empresarios, y empleados, aportaron ropa, calzado y víveres diversos, al punto que se requirieron dos lanchas para llevar el apoyo a Calatrava y una más para transportar a los reporteros.
Los pobladores, conmovidos por la respuesta de la sociedad civil de Palenque, enviaron por nuestro conducto su más emotivo y sincero agradecimiento, ya que aunque su necesidad continuará por algunos meses más, vino a significar un alivio y «un ejemplo para el presidente municipal de lo que, cuando se tiene la voluntad, se puede hacer», remarcó uno de los pobladores.
Nuestra llegada ya era esperada por numerosas familias a la orilla del atracadero principal. Varias de las calles de la comunidad emergieron ya del agua, y aunque un poco lodosas, ya se puede caminar. Cada una de las 178 familias que tiene la comunidad recibió a pie de lancha una despensa, y las madres de niños pequeños leche, pañales, alimentos para bebé y cereales.
La entrega de la ayuda, pese a que fue ordenada en todo momento, con el auxilio de los mismos pobladores, sobretodo del profesor de la primaria local, se prolongó hasta caer la tarde y hubo que dejar el resto de la carga para el día siguiente. Todos estuvieron de acuerdo a efecto de que la entrega fuera equitativa.
El ambiente fue festivo, las mujeres conversaban, los niños correteaban, y en los hombres renacía la esperanza, pues su situación hecha pública por varios medios, iniciaba respuestas oficiales, pese a que el edil no llegó el jueves como lo había anunciado ni ningún otro de sus funcionarios; pero el viernes, una brigada médica con suficientes medicamentos, enviada por la jurisdicción sanitaria, ya estaba atendiendo a la población en la casa ejidal.
Al día siguiente, el sábado, mientras realizábamos en la iglesia de Calatrava la segunda entrega de ayuda, en Zapata, la Unión Ganadera Ejidal les donó 300 pacas de forraje para alimentar a su desfalleciente ganado, mientras que el delegado Regional de Protección Civil informó que el domingo acudiría acompañado de otros funcionarios a entregar más despensas y a realizar la valoración de las necesidades y los daños para dar atención a esta gente, la cual, a los reporteros nos pareció que por meses no existió en el mapa político, salvo para Protección Civil del Estado y el edil del vecino municipio de La Libertad.
Nuestro compañero y delegado del Frente de Periodistas Chiapanecos (FREPECH), Juan de Dios Lastra, criticó: «Lo que sorprende es el que el municipio haya hecho caso omiso de la necesidad de esta gente, cuando hemos visto que en la vecina ciudad de Zapata, Tabasco, también afectada por la inundación, está recibiendo el marco de ayuda necesario por parte de los 3 niveles de gobierno, como también nos consta el apoyo oportuno y suficiente que está recibiendo Catazajá», apuntó.
«Registramos la queja de la población por lo inhumano de la autoridad municipal, que no se han tentado el corazón, ni siquiera para venir a visitarlos. Por eso nosotros teníamos que hacer algo para aliviar un poco su necesidad. Hemos visto al edil en estos días en la puesta de primeras piedras de canchas y otras actividades sin mucha relevancia, cuando aquí está la necesidad prioritaria. Y del DIF municipal, ni siquiera mencionarlo porque aquí, ni de las iniciales se acuerdan, pero deberían estar aquí atendiendo sobretodo a la niñez», observó el comunicador.
Cabe señalar que al descender el agua han aparecido nubes de mosquitos que asolan a la población, particularmente a los niños y que podrían generar brotes de dengue o paludismo. Pudimos constatar en carne propia que durante el día los chaquistes y tábanos son una plaga, y al atardecer ceden la plaza a los zancudos. En 3 horas de permanencia durante la primera entrega, el que esto escribe reunió una colección centenaria de piquetes, lo que hace pensar en lo difícil que será aguantar todo el día su ataque. Urge una brigada de fumigación, descacharrización y abatización para prevenir las enfermedades transmisibles por esos vectores.
La población de Calatrava ve con agrado que ya comienzan a ser objeto de atención institucional, aunque el ayuntamiento de Palenque continúe en su obcecación autista, pues es un gobierno que hasta el momento «Ni los ve, ni los oye». «Nosotros también somos mexicanos», es la frase más escuchada en Calatrava; y más que a sentencia, suena a justo reclamo.
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