Reabriran a la visita pública importante templo maya de Palenque: INAH

Casi 3 años de trabajos para consolidar el Templo XXII. La tumba de Pakal se mantiene estable.

El Templo XXII de Palenque conserva muchos enigmas.

El Templo XXII de Palenque conserva muchos enigmas.

Palenque, Chiapas.

Enrique Romero.

Después de casi 3 años de trabajos y la inversión de unos 2.5 millones de pesos, a principios del próximo año el Templo XXII de la zona arqueológica de Palenque será reabierto a la visita pública, anunció el director del sitio arqueológico, Juan Antonio Ferrer, quien por otro lado aseguró que la famosa tumba del gobernante Pakal, la cual permanece cerrada al público para asegurar su conservación, se mantiene estable y se dejó de deteriorar.

El funcionario del INAH explicó que la exploración del Templo XXII, así como labores de conservación tendientes a mantener estables las condiciones de la Tumba de Pakal, son algunas de las acciones que desarrolla el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en la Zona Arqueológica de Palenque, en el estado de Chiapas, como parte de su proyecto de investigación y restauración anual.

El director de la Z. A. de Palenque.

El director de la Z. A. de Palenque.

Reveló que en breve se concluirán las labores de liberación y consolidación arquitectónica del Templo XXII, que se habrá de incorporar al circuito de recorrido abierto al público, al tiempo que se contará con los primeros resultados de las investigaciones hechas en torno a este antiguo edificio maya, construido hacia el año 721 d.C., durante el gobierno de Ahkal MoNab, cuya primera etapa de trabajo arqueológico culminará en los primeros meses del 2009.

La estructura del Templo XXII es de una sola planta, con una gran escalinata frontal y aparentemente contó con un patio interior. «Es interesante porque se ubica a la orilla del río Otulum y se conecta con la Acrópolis Sur del sitio. Los estudios sobre su función siguen en proceso y cuando concluyan se tendrán elementos para afirmar cuál era su uso», apuntó Ferrer Aguilar, quien destacó que a lo largo de casi tres años el INAH le ha destinado alrededor de 2.5 millones de pesos.

Asimismo, informó que también están por concluir los trabajos que desde febrero se efectúan en edificaciones como los templos de las Inscripciones, de la Cruz Foliada y del Sol, a cargo de la restauradora del INAH Gabriela Mazón, consistentes en la conservación de aplanados y relieves en estuco de esos edificios, creados hacia los años 850 y 900 de nuestra era, correspondientes a la etapa previa al abandono de Palenque, expuso.

En estas acciones de conservación,que se efectúan cada tres años y contemplan el retiro de musgo, líquenes y guano de murciélago, que afectan al estuco, toda vez que estos agentes, aunado al intemperismo, pueden provocar su desprendimiento, participacipan habitantes de las comunidades aledañas, previamente capacitados y bajo la supervisión del INAH, como es el caso de Palenque, Naranjo, Cuauhtémoc y Babilonia. «De esta manera además de favorecer a la conservación de los monumentos arqueológicos se generan empleos para la población», apuntó el funcionario.

Siguen los trabajos de mantenimiento en la zona arqueológica.

Siguen los trabajos de mantenimiento en la zona arqueológica.

Escalina que desciende a la camara funeraria de Pakal.

Escalina que desciende a la camara funeraria de Pakal.

Por lo que respecta a la cámara funeraria de Pakal, que resguarda el Templo de las Inscripciones, indicó que desde hace cinco años se efectúa una labor de mantenimiento permanente, que ha permitido estabilizar la Tumba de Pakal, descubierta el 15 de junio de 1952 por Alberto Ruz Lhuillier.

Para ello, precisó, se ha retirado el cemento aplicado al edificio en los años 60 y 70, que impedía la evaporación del agua que escurría al interior. «Dichos materiales son sustituidos por una combinación de cal y arena que se aplica entre las lajas del templo, toda vez que sus moléculas tienen la propiedad de permitir la evaporación del agua pluvial por efecto de la condensación, a diferencia de los cementos que se cierran y provocaban que el líquido se quede adentro».

Se mantiene estable la tumba de Pakal.

Se mantiene estable la tumba de Pakal.

La técnica de «junteo», desarrollada por restauradores y químicos del INAH, ha permitido que se registren cambios favorables en el control de escurrimientos de agua al interior del Templo de las Inscripciones, por lo que «La Tumba de Pakal, en términos de conservación, se encuentra estable, incluidos los relieves de estuco modelado con la representación de los nueve señores del inframundo», pues a lo largo de las distintas estaciones del año, se monitorean las condiciones de temperatura y humedad del espacio funerario. «Estas tareas de conservación están proyectadas a mediano plazo, y en un lapso de diez años, habrá concluido este proceso», concluyó.